Y en esa voz que no conozco, en tú
silencio que aún no he escuchado, al ritmo de la guitarra y sus cuerdas que
vibran, como vibra mi alma desde el primer día que le vi.
Me mueven sus ojos negros, su cabello
ondulado y perdón que le hable de usted, pero su lejanía no es más que la
cercanía que quisiera tener.
Amor mío quisiera decir, baila como bailan las olas del mar, como bailan las nubes esta noche, esta noche que le estoy
abrazando sin nada decir.
Mi otoño le alcanza, venga baile conmigo este vals otoñal, este vals que moja su cola en el mar y en esa voz de angustia por no saberle, por no tenerle, por estar lejos, porque sí le tengo, perdido estoy y no tendría explicación ante lo que mi pecho siente.
A un costado, en la vera del camino se escucha el sollozante cantar de un Pequeño Vals Vienés con Silvia Pérez Cruz
Tome todo de mí, tome en sus manos mi
cariño pequeño, tal vez, pero tome este grano de amor que nace en mi corazón.
¡Mañana juntos veremos qué hacer!
Los salones de baile quedaron vacíos, el vals no se baila más, hasta que sus pies despacio se alejaron sin sonar.
Llegue hasta mi viejo corazón, apriete mi alma por favor que, sin usted, sin su música
que no he escuchado aún, desesperada está por querer saber más de usted,
A.R. Barrios
Veracruz,
Ver. 27 de junio de 2020
