!Urgía!
¡Era vital!
Con la modernidad se checa si el salario, de sal, se abona a esa cuenta que simboliza los puntos, pesos, dólares, euros, lo que sea, que se supone tienes derecho por haber laborado.
Son las 3.00 de la madrugada y sin dormir bien. Me levanto a checar el saldo electrónico de mi cuenta.
!Cero!
!Puta madre!
8500 puntos, entre la vida, el amor, los acreedores, mis sueños y nada llegó.
Lo que sí llega, es un mensaje desolador. Me repongo y pienso.
!No me rendiré!
Voy a dar la pelea hasta el final.
Regreso a la cama y me cuesta un poco volver a conciliar el sueño.
Regreso al mundo, no me han extrañado y vuelvo a checar el saldo.
Él "password", con cuidado. No me vaya a equivocar. Luego bloquean la cuenta.
Cero, ni un centavo. Ni explicación alguna.
Debía tener cuando menos unos pocos puntos de sobrevivencia pero no.
¿Cómo Llegaré a la cita con el amor?
Es necesario subir al bus o manejar hasta ahí y ahora, en definitiva no iré. No hay forma.
Me retraigo y medito qué hacer.
Las expresiones amables para excusarme, decirle al ángel que no llegaré a la cita.
¿Podría tener una oportunidad?
El ángel que todo sabe, según ella, responde...
¡Lo intuía! ¡Sabía que no vendrías!
Pensaba transformarme en princesa para ti. Ahora las zapatillas quedaron olvidadas y no hay otra oportunidad.
Lapidaria, intolerante, ¡sentenció!
Quise irme corriendo, volando, soñando y alcance únicamente a cerrar los ojos, otra vez, pensar que pudo ser bello y bueno.
Respiré hondo, tanto que mis pulmones lo agradecieron.
Expulsé el aire y de inmediato, de la nada, lancé un suspiro. Tan profundo como añoranza de tiempos idos.
Un suspiro como mi llanto.
Sigo aquí, parado frente al computador, Checando el saldo del amor y nada.
Despiadado armatroste sin alma. Me responde con letreros y ofertas.
¿Qué acaso no sabe hacer cuentas?
Estoy quebrado en todas las formas.
En los puntos para vivir, viajar, beber, suspirar y amar.
Allá a lo lejos el ángel bate sus alas levantando el polvo. Mirando de reojo y hasta con saña.
Yo me restriego los ojos y alcanzó a quitarme una lagaña.
¿Saldo?
Cero.
A. R. Barrios
Veracruz, Ver. Noviembre de 2021
