viernes, 5 de octubre de 2018

Guante blanco 1968

Los calzoncillos blancos, las camisetas blancas, manos arriba, ropa en el suelo.
Verde a sus espaldas, cañones de rifles con bayoneta calada, rifles de una en una, sin repetir, soldados sustados, también les dispararon.


¡Blanco!¡Blanco!¡Blanco!

Era el grito que salvaba, era la clave y seña para pasar. Los aros olímpicos eran su nombre. Batallón Olimpia, batallón de la muerte, Estado Mayor asesino. ¡Blanco, blanco, blanco!

Su guante blanco en la mano izquierda, su guante comunitario de salvación, pues la rabia se transmite aún entre los suyos, guante que como vacuna los identificaba. Les falto el guante derecho, no lo usaron por no parecerse a Mickey Mouse, la CIA lo sabía y reclamaría derechos de autor o copyright.


La masacre estaba por comenzar, desde lo alto dominaban el escenario. Desde lo alto la bengala les dio el inicio de su obra, de su actuar.

La gente corría hacia el único lugar de escape, la puerta dimensional de salvación. Máuser apuntando al cielo, al edifico, de donde las balas salían, de donde la muerte asomaba.

Hoy recordamos este día, hay mucho que hacer. Mucho que limpiar, mucho por saber. El piso quedó rojo.
¡No más blanco, blanco, blanco!

A.R.Barrios
Vercaruz, Ver. 2 de octubre del 2018.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Como Benedetti

       Te quiero bonita      Te quiero bonito      Te quiero dulzura      Te quiero con el alma      Mi corazón pierde el ritmo      Pierdo ...