lunes, 7 de octubre de 2019

Libertad de volar

Una era la paz, la quietud. Era silencio y monotonía. Era lealtad y entrega sin pedir a cambio nada.

Otra era el volcán y la pasión descontrolada. Era sueños e ilusiones juntos. Era conversación hasta la madrugada.

Con una aprendí el silencio y el dar sin medida. Me envolvió su quietud, su paz y agradecí su entrega.


Con la otra aprendí a volar, aprendí de suavidad, de curvas y rectas, de honestidad y trabajo también.

Hoy me quedé sin las dos. Por mi decisión.

Sólo espero realizar mis metas para no dejar problemas y emprender el vuelo.

Con todo lo que aprendí a su lado no necesito aprender de nadie más. 
Ahora me esperan los valles y montañas, las playas y sus amaneceres. La primavera llena de flores y vida o el invierno con su frío final lleno de reflexiones.

Viajaré hasta donde pueda, tocaré las nubes y oleré la resina de los pinos. Cruzaré ríos y navegaré océanos y mares. 

Contemplaré las calles desiertas, las mesas y sillas a los lados y mi pensamiento quieto. Entraré en otras atestadas de gente y pediré trabajo, ayudaré por lograr la comida. Así avanzaré día a día, un pueblo hoy y otro mañana, sin echar raíces y menos anclas, levaré éstas de cualquier puerto hasta que llegue el final.¡Te buscaré!¡Te hallaré!

Seré asesino de mi hombría para no ejercerla jamás. Así entonces buscaré la iluminación. 
¿Donde alcanzar tal sueño?
¡No lo sé! ¡El Creador tendrá la respuesta! Donde él decida, Él, me dio la luz y Él, habrá de quitarmela.

Yo buscaré en cada rincón. En este viaje interminable.

Ambas tienen mi corazón y mi amor. De nadie más será. 
Pero no les pertenece. Si quieren pueden tirarlo o destruirlo. Eso es asunto suyo.

Hoy planteó mi libertad de volar.

A.R.Barrios
Veracruz, Ver. 28 de agosto de 2019

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Como Benedetti

       Te quiero bonita      Te quiero bonito      Te quiero dulzura      Te quiero con el alma      Mi corazón pierde el ritmo      Pierdo ...