Estoy en el hospital.
Haciendo línea de espera donde una sola persona atiende a cuarenta o quizá más.
Llevo una hora y por la velocidad puedo calcular una hora más para que toque mi turno.
Estas clínicas que llevan el destino de ser como las de Suecia.
Mientras, son como las de América Latina, concurridas, los pacientes, quizá por eso así les llaman, nos llenamos de tolerancia y observamos. Nadie Sonríe pese a ser un sitio que busca la salud.
Los enfermos también de pie, estoicamente, soportan la espera. Unos, ya ancianos, revisan documentos.
Que la cita, que la afiliación, que los resultados de laboratorio, que..
Falta uno para mi turno.
Señor ¿trae su expediente?
Pero.. Sólo es para hacer cita..
Si, lo siento pero debe ir primero al archivo por su expediente.
En el consultorio, dos enfermeras juegan pocker en sus terminales.
Sistemas que existen desde 1980 y que en el 2000 hicieron explosión con el Y2K y las ágiles ventanas. Estos duermen en espera de ser usados adecuadamente. La modernidad tecnológica corre, mientras la burocracia padece artrosis general.
Después de bajar tres niveles, el elevador tiene un letrero "fuera de servicio" desde hace seis meses. Cosas del presupuesto.
Otra línea de espera, eso de lo que soy experto, una cadena de Markov o teorema de Chebyshev para agilizar este trámite.
SQL server dormido mientras los Zavala hicieron trampa con el Oracle en 2006.
Al fin, ¡ya tengo el dichoso expediente!
Las escaleras representan un reto para mi estructura ósea.
Otra vez en espera, ya sin hacer fila, una dispensa del encargado del monitor que hace las citas en línea para después escribirlas en un papel.
En la pared un letro que dice:
Favor de no traer menores a la visita.
Mientras los niños corren por los pasillos, en un contraste de respeto a las reglas de este pueblo en vías de tener sangre vikinga.
¡Ya! Por fin escribe mi cita.
Tiene su cita para el próximo año bisiesto.
¿Este?
Pregunto ingenuamente.
No, el próximo. Hasta el 2024.
¿Qué cosas no? Y eso que solo era una cita para hacer una resonancia magnética.
Nota. La fecha final es una exageración, sarcásmo pues.
A.R.Barrios
Haciendo línea de espera donde una sola persona atiende a cuarenta o quizá más.
Llevo una hora y por la velocidad puedo calcular una hora más para que toque mi turno.
Estas clínicas que llevan el destino de ser como las de Suecia.
Mientras, son como las de América Latina, concurridas, los pacientes, quizá por eso así les llaman, nos llenamos de tolerancia y observamos. Nadie Sonríe pese a ser un sitio que busca la salud.
Los enfermos también de pie, estoicamente, soportan la espera. Unos, ya ancianos, revisan documentos.
Que la cita, que la afiliación, que los resultados de laboratorio, que..
Falta uno para mi turno.
Señor ¿trae su expediente?
Pero.. Sólo es para hacer cita..
Si, lo siento pero debe ir primero al archivo por su expediente.
En el consultorio, dos enfermeras juegan pocker en sus terminales.
Sistemas que existen desde 1980 y que en el 2000 hicieron explosión con el Y2K y las ágiles ventanas. Estos duermen en espera de ser usados adecuadamente. La modernidad tecnológica corre, mientras la burocracia padece artrosis general.
Después de bajar tres niveles, el elevador tiene un letrero "fuera de servicio" desde hace seis meses. Cosas del presupuesto.
Otra línea de espera, eso de lo que soy experto, una cadena de Markov o teorema de Chebyshev para agilizar este trámite.
SQL server dormido mientras los Zavala hicieron trampa con el Oracle en 2006.
Al fin, ¡ya tengo el dichoso expediente!
Las escaleras representan un reto para mi estructura ósea.
Otra vez en espera, ya sin hacer fila, una dispensa del encargado del monitor que hace las citas en línea para después escribirlas en un papel.
En la pared un letro que dice:
Favor de no traer menores a la visita.
Mientras los niños corren por los pasillos, en un contraste de respeto a las reglas de este pueblo en vías de tener sangre vikinga.
¡Ya! Por fin escribe mi cita.
Tiene su cita para el próximo año bisiesto.
¿Este?
Pregunto ingenuamente.
No, el próximo. Hasta el 2024.
¿Qué cosas no? Y eso que solo era una cita para hacer una resonancia magnética.
Nota. La fecha final es una exageración, sarcásmo pues.
A.R.Barrios
Veracruz, Ver. 9 de gebrero de 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario