sábado, 11 de noviembre de 2017

Yo todavía no me encuentro

¡Yo todavía no me encuentro!
¿Yo no sé si tú ya te encontraste? ¡Pero yo aún no me encuentro!

Fue tajante la expresión de mi amigo. Traté de encontrar una respuesta inmediata como antes lo hacia. Debo confesar que llevo dos semanas pensando y aún me da vueltas la respuesta. No sé si sea la correcta, si sea lo que yo podría pensar como respuesta para mi.


La humanidad busca y no encuentra. Romper con la parábola de la viuda,  ¡busca y encontrarás! ¿Como hacerlo?

He recorrido muchos caminos e realizado muchos intentos, la vida se ha presentado de muchos colores y hasta desnuda como dice una canción de Serrat. 
Cruel y a la vez hermosa. ¿Con qué me quedo? Existen miles de frases de personajes famosos, frases motivacionales, positivas, personajes espirituales que te guían para encontrar una formula de la fortuna o de la felicidad, gurues que con su paciencia real o fingida, tratan de dar respuestas a la incógnita misteriosa e infinita de cuál es el camino.


¿Qué buscas?¿Qué quieres hallar?

Algunas personas creen haber encontrado la respuesta en una religión, se entregan dócilmente a lo que dice el libro, ya sea la biblia, el Corán , el Ghita, libro del Mormón o como se llame. 
Se muestran orgullosos repetidores de lo que el pastor les enseñó, o de lo que se aprenden de memoria, versículos, capítulos, escuchan música para darse ánimos de no flaquear en su fidelidad a su fe, que ciega y sorda no les responde, pero conservan aún la esperanza de, una vez muerto, exista un paraíso o un encuentro con el Creador y que con su besos por fin, encontrar la paz anhelada o la respuesta que por toda una vida no han hallado.

Otros más se refugian en la soberbia de sentirse superiores a cualquiera, acumulan riquezas, poder, influencia y se comportan como si ya tuvieran la respuesta a lo buscado, envejecen y no manifiestan duda alguna, se ven inmaculados e inamovibles, perennes, inmanentes de la sabiduría. tienen respuestas a todas las preguntas, no necesitan a nadie, son sabios por naturaleza. Mientras en sus casas sus hijos consumen drogas, cometen delitos consentidos por su padre y las complicidades de este. Su carta de naturalización es la impunidad. El Dios, ¿cual? ¡Ellos son Dios!


Para cuando amanezca los flores habrán asomado su mejilla de pétalos rosados, amarillos, verdes, tal como lo imaginas, un mundo mejor cada día, a pesar de tanto disturbio, ahí está cerca de tú corazón, no se toca, no es necesario exprimirlo, ni siquiera verlo, ahí está la luz y no brilla, tarde o temprano la encontrarás. No temas, siempre te rodea, con el calor, con el giro de la tierra, con el profundo infinito, con las noches de luna llena, siempre está para ti. Abrázalo, es el amor. Algo que no muere.


Así que, buscando en mi interior la respuesta por fin apareció. Estoy cerca, cerca del amor.

¡Claro que me distraigo! Pierdo concentración. No soy fanático, vivo cada día e instantes. Pero regreso a mi centro y se que para encontrarme requiero del amor. Para ello, aunque me equivoque, tengo el libre albedrío que el mismo Creador me dio, para experimentar y trascender.
¿Por qué lo habría de ceder a un libro o un pastor?

Allá al final del camino solo eso estará, el amor.

¿Tengo debilidades?¡Por supuesto que las tengo!


No flaquees mi hermano, mi amigo, no es fácil, ni puedo presumir de haberme encontrado, aunque si te puedo decir que con amor la solución será más fácil. Con desapego te ayudarás, y eso es elevado. Paso a paso hasta lograr, sí así lo decide el Creador, la iluminación.

A.R. Barrios


Veracruz, Ver. 11 de noviembre del 2017

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