Te quiero, aún con mi caótica sinfonía.
También lleva una melodía de amor, de rebeldía, de tantos actos vividos juntos, de ser práctico y no ser ejemplo de nadie, ni aprendiz de nada, de saberme limitado de recursos y ahora de tiempo.
Te quiero de noche y de día.
Te quiero mortal como soy, sin pensar en ser "para siempre". Todavía no sé que significa eso. Tal vez lo infinito, lo sideral, lo impermanente.
Te quiero hasta la muerte. Cuando mi aliento se acabe. Hasta ahí llegará mi amor por ti.
Y si hay más allá, un sitio de reposo, de besos del Creador, no lo concibo castigador, entonces y sólo entonces podré decirle que te amé en mi revolución armada de besos, de bombas de abrazos, de guerrilla urbana tomada de mi mano, de ataques a la central de amor que es tú cerebro.
Mi lucha sin armas ni fortalezas de muros inexpugnables. Lleno de debilidades y pasiones absurdas y lo confieso, ¡soy humano!
Te amo también con la ternura infinita de todo lo que me das y has hecho por mi. Con tu paciencia, ternura de dar, a veces sin recibir o cuando te veo sonreír.
Aquí sigo, esperando que termine mi camino, si escapo sería cobarde y si permanezco seguiré equivocándome. Siendo desacertado y estúpido al hablar. También cuando escribo. Políticamente incorrecto involuntario.
Quizá llevé una vida desaprobada por otros. Se ocuparon demasiado en observarse a través de mi.
Te amaré hasta mi último día y cumpliré mi palabra.
A.R.Barrios
Fotos: Joaquin Vila P. y A.R.Barrios
También lleva una melodía de amor, de rebeldía, de tantos actos vividos juntos, de ser práctico y no ser ejemplo de nadie, ni aprendiz de nada, de saberme limitado de recursos y ahora de tiempo.
Te quiero de noche y de día.
Te quiero mortal como soy, sin pensar en ser "para siempre". Todavía no sé que significa eso. Tal vez lo infinito, lo sideral, lo impermanente.
Te quiero hasta la muerte. Cuando mi aliento se acabe. Hasta ahí llegará mi amor por ti.
Y si hay más allá, un sitio de reposo, de besos del Creador, no lo concibo castigador, entonces y sólo entonces podré decirle que te amé en mi revolución armada de besos, de bombas de abrazos, de guerrilla urbana tomada de mi mano, de ataques a la central de amor que es tú cerebro.
Mi lucha sin armas ni fortalezas de muros inexpugnables. Lleno de debilidades y pasiones absurdas y lo confieso, ¡soy humano!
Te amo también con la ternura infinita de todo lo que me das y has hecho por mi. Con tu paciencia, ternura de dar, a veces sin recibir o cuando te veo sonreír.
Aquí sigo, esperando que termine mi camino, si escapo sería cobarde y si permanezco seguiré equivocándome. Siendo desacertado y estúpido al hablar. También cuando escribo. Políticamente incorrecto involuntario.
Quizá llevé una vida desaprobada por otros. Se ocuparon demasiado en observarse a través de mi.
Te amaré hasta mi último día y cumpliré mi palabra.
A.R.Barrios
Fotos: Joaquin Vila P. y A.R.Barrios
Veracruz, Ver. 07 de julio de 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario