Hace mucho no te digo que te quiero.
Y es porque la vida se me escapa.
Los ojos cansados de ver tanta incoherencia y gente perdida en el planeta.
Creen que piensan y ni siquiera son.
Después me distraigo en sobrevivir, tomar mis herramientas y trabajar por horas. Tratando de esconder mi pensamiento. Controlarlo, sobre todo.
Llegas por oleadas y me besas una neurona, me enchina la piel cuando lo haces y ni siquiera lo sabes.
Continúa el día, los pájaros anuncian el atardecer y cansado ya, dejo a un lado las cosas. Pedazos de madera. La forma de lo que hice. El olor del cedro. Tu olor que no recuerdo.
Y así, el sol se va. El aire de otoño me refresca el rostro y pienso que son besos tuyos
Cómo deseo que sean reales.
Me sumerjo en la inactividad. Tomo un vaso de cerveza y su sabor me hace desearte como aquella primera vez.
Todo me recuerda a ti.
Cuando despierte mañana, sé que tu nombre aparecerá como una marquesina iluminada de mil luces titilantes.
Siempre eres mi programa en cartelera.
A. R. Barrios
El Texar Station County, Medellín de Bravo, Veracruz.
Noviembre de 2022
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