Tiempo de "Nortes" (así le llaman en mi tierra a los frentes frios que vienen del norte del planeta) me traen recuerdos de mis caminatas, de escape de mi casa.
Me gustaba sentir el agua en mi rostro. Ver las olas golpear sobre las rocas, caminar en la playa donde algunas veces encontraba el tesoro de una moneda. Llegaba hasta el "penacho del indio" (pequeño montículo de arena donde hoy los ricos de la ciudad viven ahí, le hicieron el corte de cuero cabelludo y las casuarinas que le daban esa apariencia solo quedan diez), sin que nadie me molestara.
En mi trayecto había un muro que era prolongación mal trazada del bulevar, un trozo de pared que evitaba la llegada de las olas y ahí se escondían algunos camarones, los metía en una lata, eran mi salvoconducto para evitar las golpizas de mi madre.
—¡Mira lo que traje, comida!—le musitaba implorando a todos los dioses para que no me pegara.
Pobre, desesperada e inculta, con cuatro hijos, su único hijo varón loco, soñador, vagabundo y explorador.
Para todos dedico esto.
Me gustaba sentir el agua en mi rostro. Ver las olas golpear sobre las rocas, caminar en la playa donde algunas veces encontraba el tesoro de una moneda. Llegaba hasta el "penacho del indio" (pequeño montículo de arena donde hoy los ricos de la ciudad viven ahí, le hicieron el corte de cuero cabelludo y las casuarinas que le daban esa apariencia solo quedan diez), sin que nadie me molestara.
En mi trayecto había un muro que era prolongación mal trazada del bulevar, un trozo de pared que evitaba la llegada de las olas y ahí se escondían algunos camarones, los metía en una lata, eran mi salvoconducto para evitar las golpizas de mi madre.
—¡Mira lo que traje, comida!—le musitaba implorando a todos los dioses para que no me pegara.
Pobre, desesperada e inculta, con cuatro hijos, su único hijo varón loco, soñador, vagabundo y explorador.
Para todos dedico esto.
Foto es de mi amigo Joaquin Vila.
A.R.Barrios
Veracruz, Ver. 13 de octubre del 2017
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